…de la
experiencia del 7 de enero: Vente 14
por: Raúl Reyes
Se gestiona desde el cuerpo
Desde el vente tú
Desde la cotidianidad invasiva
Nos reunimos a la 4 de la tarde con el
objetivo de movernos. De saludar y dejarnos saludar por los espacios cangrejeros.
De conocerlos y de darlos a conocer desde una perspectiva radicalmente opuesta
a la que impera. El punto de encuentro: La parada 15, Plaza Maestro Rafael
Cordero.
Se gestiona mediante la ocupación
Desde la invitación intransigente
Que abre solidaridades y enfrenta miedos
El nombre de la plaza, tal vez, suene familiar
para la mayoría de quienes hemos aprendido un poco de historia puertorriqueña.
Rafael Cordero, el maestro de los negros. Y digo LOS, porque la historia parece
haber borrado a su hermana Celestina quien se encargo educar a LAS negras. Y me
es inevitable asociar la disparidad de nuestros propios conocimientos a esa de
la demencia senil, y sí, acaban de robarle el retiro al magisterio y seguimos
insistiendo en decir maestros y no maestras.
Se gestiona para sanar
Desde la quietud colectiva
Hacia la explosión energética del movimiento
pensado
También es de esperarse que sepamos el nombre
de la figura pero no la localización de la plaza. Una plaza habitada, constantemente
transitada, pero al mismo tiempo ignorada, sucia y marginada. Pues sus
habitantes suelen ser usuarios de drogas, dominicanos, indigentes, perros,
basuras. Pero desde los carros, los ciclistas, los solidarios y los asustados; los
locos pueden parecer caóticos, barrocos o cosos. O lo que
es más sádico aun: folclóricos.
Desde la paciencia guerrera
Desde la irreverencia
Y es
ahí donde reside la clave de La Gestión Corporal Cangrejera. En la capacidad
del cuerpo artístico en colectividad de superar los prejuicios y las limitaciones
que nos impone la sociedad. Myrna Renaud nos invita mediante talleres de
movimiento y danza a perder el miedo, a entrar en las zonas incomodas y a
transformarlas por breves instantes. Los mismos instantes que luego nos
ayudarán a gestionar un verdadero cambio de nuestras vidas y sociedades.
Se gestiona porque es la manera de vivir
porque nos quedan pocas opciones
porque necesitamos respirar
se gestiona del sí para las otras
desde la caricia de una perra a punto de parir
desde la capacidad
de un deambulante para compartir su comida
y desde las ganas de que nuestros espacios se
conviertan en lugares de convivencia y creación.
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